Enfermedades del Viajero
La oncocercosis, el tracoma y la conjuntivitis infecciosa son patologías conocidas como “enfermedades del viajero”, las ya mencionadas comúnmente afectan la salud visual. De acuerdo con el Instituto Oftalmológico son ocasión de molestias que se pueden agravar comprometiendo la visión.
Se llaman enfermedades del viajero debido a que suele presentarse en la temporada de verano, donde muchos suelen ir de vacaciones a lugares donde están expuestos sin protección ocular a mucho sol, agua, arena, fauna o climas extremos de otros países al que no se está acostumbrado.
A continuación, describiremos brevemente en que consiste y como afecta cada una de las patologías ya mencionas.
- Oncocercosis: Infección ocular transmitida a través de la picadura de las moscas negras que están infectadas, comprometiendo la visión con trastornos leves o perdida total de la vista. Es por eso que se recomienda el uso de repelentes y ropa adecuada principalmente en países como África, Venezuela y Brasil.
- Tracoma: infección ocular derivada de una bacteria afectando principalmente a la córnea, se adquiere al estar en contacto directo con otras personas infectadas. Esta infección es más común en zonas con condiciones de poca higiene.
- Conjuntivitis infecciosa: Al igual que el tracoma es una infección derivada por bacterias presentes en zonas con poca higiene. Sin embargo, también puede ser derivado por virus o gérmenes ambientales. Su transmisión se da con tan solo tocarse los ojos después de estar en contacto con alguien infectado.
Aunque no menos importantes existen otras enfermedades que pertenecen al grupo de “enfermedades del viajero”, éstas más comunes, tales como la rubeola, el sarampión, la varicela o el zika que pueden causar cierto grado de irritación y enrojecimiento en uno o ambos ojos.
La mejor herramienta para cuidar nuestros ojos y a su vez la visión es la PREVENSIÓN utilizando lentes con protección UV, buenos hábitos de higiene general, principalmente lavarse frecuentemente las manos, no compartir artículos de higiene personal, evitar el contacto continuo de las manos con los ojos, evitar la exposición sin protección ocular a cambios ambientales (principalmente aire) y reducir horas frente a pantallas inteligentes como celulares, computadoras tv o “tablets”.
Por último, recomendamos a todos nuestros lectores no hacer caso omiso a tomar todas las medidas de prevención, así como visitar periódicamente al oftalmólogo para una valoración y saber si gozamos de una buena salud visual y de no ser así seguir el tratamiento dado por el médico.