Un reciente estudio indica que alrededor de un 5% a 10% de los niños preescolares y un 25% escolares padecen de problemas visuales como miopía, hipermetropía o estrabismo. Esto implica un porcentaje importante que debe considerarse tanto por parte de padres como de maestros.
Existen diversas formas de percibir cuando un niño tiene problemas de visión, como falta de atención, problemas de aprendizajes entre otros. Por ello es muy importante estar alerta al comportamiento del niño y llevarlo a una consulta con un especialista en caso de dudas.
Niños desde 3 años pueden llevar lentes correctivos, lo que implica no sólo una mejoría en su calidad de vida y visión sino también una responsabilidad a la hora de cuidar y limpiarlos.
A continuación algunos consejos para enseñar a nuestros hijos a cuidar sus lentes:
- Si bien los lentes infantiles actuales son muy resistentes, es importante que le hables al niño acerca de su fragilidad ante golpes bruscos.
- También es importante hablar de ellos como un objeto positivo, que nos ayuda a ver mejor, a entender el mundo que nos rodea, etc. De esta forma el niño sabrá la importancia de cuidarlas.
- Enséñale a tu niño a limpiarlos utilizando jabón neutro o de manos y agua, mediante un suave masaje circular con las yemas de los dedos.
- Al secar los cristales, enséñale a utilizar un papel suave para eliminar cualquier rasgo de humedad y manchas.
- Existen otras opciones de limpieza, como utilizar un paño de microfibra, la misma camiseta, entre otras opciones.
- La forma de tomar los lentes para limpiarlos, se debe hacer desde la montura. Nunca se debe tomar por el cristal.
- Para maximizar la seguridad, puedes colocar un cordón sujetador en las patillas de la montura para evitar que éstas se caigan y rompan.