No solo somos diestros o zurdos de manos y pies, también lo somos con los ojos. A pesar de que la ley de probabilidades nos dice que los diestros de mano son habitualmente diestros de pie y de ojo, esta simplificación no vale y la única forma de saberlo con seguridad es realizar unos sencillos tests de dominancia ocular. La dominancia ocular nos ayuda a conocer cuál es el ojo que manda en condiciones binoculares (cuando están los dos ojos abiertos). Es decir, nos identifica el ojo que más trabaja de los dos y sobre el que cae el peso de la visión.
En algunos casos puede ser que no haya un ojo dominante y que trabajen por igual (o casi).
Prueba de dominancia
Colócate en una postura relajada y ten la vista bien despejada. Ahora centra la mirada en un objeto concreto situado a 2 o 3 metros de distancia. Busca un objeto no muy grande, que no sea extenso.
Extiende los brazos y forma un triángulo con tus manos delante de tus ojos mientras miras al objeto en cuestión
Una vez tienes el objeto centrado y lo estás viendo a través de ese triángulo formado, cierra alternativamente un ojo y el otro para saber cuál es el ojo por el que estás mirando el objeto. Es muy importante que no muevas ni la cabeza ni las manos en este momento. Si al cerrar un ojo el objeto deja de estar centrado en el triángulo, entonces el otro ojo será el dominante, aquel que ha centrado el objeto. Si tapas alternativamente el objeto y apenas cambia de posición, ambos ojos serán dominantes.