El cáncer ocular es una enfermedad maligna que se genera y desarrolla dentro del ojo. Esta malignidad se compone de células cancerosas que se multiplican de maßnera acelerada e incontrolable. Estas células pueden dispersarse a otras partes del cuerpo o invadir y destruir los tejidos circundantes. Causas como la exposición continua a los rayos ultravioleta y enfermedades como la diabetes, entre otras, debilitan el sistema inmunológico.
Los tumores malignos oculares impactan tanto las estructuras externas como internas del ojo. Y cuando se originan dentro del globo ocular, se denominan cáncer intraocular. Entre los tipos de tumores más frecuentes se encuentran: el melanoma y el linfoma, mientras que en los casos de los niños, el retinoblastoma es el más común y afecta a las células de la retina. Además, esto puede provocar que el cáncer se propague desde el ojo hacia otras áreas del cuerpo.
Síntomas detectables del Cáncer Ocular.
Es importante que se lleven a cabo revisiones regulares con un oftalmólogo, debido a que solo con una evaluación exhaustiva pueden identificarse las anomalías asociadas con el cáncer en sus etapas iniciales. Sin embargo, en casos avanzados, los síntomas que pueden ser detectables son:
- Crecimiento de lunares directamente en el iris o manchas de tono oscuro.
- Incomodidad excesiva a la luz.
- Alteraciones en la forma de la pupila.
- Visibilidad periférica nebulosa.
- Manifestación de destellos o líneas flotantes en la visión.
- Dolor agudo por fuera y en el interior del ojo.
¿Qué tipos de cáncer pueden afectar al ojo?
Existen diversos tipos de cáncer ocular y varían según su localización. En los adultos, los dos principales son el melanoma ocular y el linfoma intraocular primario. En los niños pequeños, se identifica el retinoblastoma, que surge por una mutación genética provocada por el crecimiento descontrolado de células nerviosas en la retina.
El melanoma ocular, generalmente se origina en la capa intermedia del ojo, conocida como úvea, para luego comenzar en otras áreas, como la conjuntiva, dando como resultado al melanoma conjuntival. El linfoma intraocular primario, por su parte, involucra los linfocitos (las células blancas del organismo) afectando principalmente a personas ya mayores, o con problemas que ya han debilitado su sistema inmune, por ejemplo, el VIH. En cuanto a los párpados, se pueden encontrar los tumores palpebrales, entre estos se incluyen: carcinoma basocelular, carcinoma escamoso, carcinoma sebáceo.
¿Cuáles son las alternativas de tratamiento que existen para el cáncer ocular?
Los tratamientos dependen según el tipo y en la etapa que se encuentra el cáncer. Dentro de las opciones se incluyen:
- Radioterapia: Radiación dirigida para la eliminación de células cancerosas.
- Láser: Emisiones de láser para aumentar la temperatura y para así destruir células cancerígenas.
- Cirugía: Dependiendo de la forma del tumor y el tipo de este, puede ser necesario extirpar el globo ocular y los tejidos que lo rodean.
- Quimioterapia: Administración de medicamentos de manera intravenosa o mediante el ojo.
- Tratamientos de Terapia dirigida e Inmunoterapia en Oncología: Medicamentos para fortalecer el sistema inmunológico y atacar directamente a las células cancerosas.
En conclusión, un diagnóstico prematuro es vital en la batalla contra el cáncer. Algunas afecciones, incluyendo ciertos tipos de cáncer, pueden presentarse asintomáticos en sus fases iniciales. Por esta razón, las revisiones oftalmológicas frecuentes son esenciales para identificar problemas visuales a tiempo y preservar nuestra visión. Esto permite implementar medidas preventivas, así como los tratamientos precisos antes de que la enfermedad avance, protegiendo así de nuestra salud ocular.
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