Un gran porcentaje de la población mexicana recurre a cualquier medicamento ante algún problema en los ojos, al ponernos gotas que generalmente contienen esteroides o cortisona de manera regular estaríamos provocando catarata o glaucoma.
Aunque no existan indicios previos de esta enfermedad en los pacientes, el uso de estos medicamentos se convirtió en uno de los principales factores de riesgo
Se estima que en México 1.25 millones de personas tienen glaucoma, una enfermedad que proviene del nervio óptico. Las señales del padecimiento se presentan paulatinamente, algunas de las más notorias son visión borrosa, la percepción de halos de colores alrededor de objetos luminosos así como la presencia de dolores de cabeza frecuentes. Quien sufre glaucoma gradualmente pierde la visión periférica, es decir, ve sólo las partes centrales del paisaje y paulatinamente va perdiendo la visión total. Los especialistas reconocen dos tipos de glaucoma: el crónico que es está asociado al proceso de envejecimiento y se detecta al perder poco a poco la visión periférica. Por otro lado el tipo agudo ataca súbitamente y puede causar ceguera si no se atiende de inmediato, el paciente experimenta intenso dolor en ambos ojos y ve los objetos borrosos con halos de luz en su contorno.
Mientras que la catarata es cuando el cristalino, el lente que se encuentra en el interior del ojo atrás de la pupila, se opaca bloqueando el paso de los rayos luminosos con lo cual la visión disminuye. Los síntomas más frecuentes son visión borrosa o nublada. Los pacientes ven como si estuviera detrás de una ventana empañada o una caída de agua, no existe ningún tipo de gotas o tratamiento científico para impedir su avance.
Existen otros padecimientos que pueden provocarse como conjuntivitis o infecciones, por ello, siempre será recomendable acudir al oftalmólogo ante cualquier sensación de dolor, ardor, comezón, pérdida de visión, visión con halos o cualquier condición que parezca anormal en los ojos.