Es un rasguño o raspadura de la córnea, la cúpula transparente que cubre todo el iris y la pupila del ojo. La córnea cumple un papel importante en la visión ayudando a enfocar la luz que entra en el ojo. Una abrasión de la córnea puede afectar la visión, si deja una cicatriz en la córnea. Los niños pequeños son más propensos a padecerla, ya que accidentalmente pueden lastimarse los ojos
Hay una variedad de causas de abrasiones de la córnea, incluyendo:
Algo que golpee o entre en el ojo, tal como alguna materia vegetal, aserrín o ceniza
Materias extrañas como el polvo, suciedad o arena, que queden atrapados bajo su párpado
Accidentes de deporte
Lentes de contacto mal ajustados o mal cuidados
Algo que entre en el ojo
Frotarse los ojos fuertemente, especialmente si usted siente que algo está atascado en el ojo
Algunas enfermedades oculares como el tracoma o una infección bacteriana
Cirugía con anestesia general
En algunos casos, la causa inmediata de una abrasión de la córnea puede no ser aparente, ya que los síntomas pueden aparecer horas después de la lesión.
Si usted sufre una abrasión de la córnea, puede experimentar los siguientes síntomas:
Un dolor que puede ser peor al abrir o cerrar los ojos
La sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo
Lagrimeo
Enrojecimiento del ojo
Sensibilidad a la luz
Visión borrosa o pérdida de la visión
Dolor de cabeza
La mejor sugerencia es no automedicarse y acudir inmediatamente al oftalmólogo.