Es causado por una mutación en un gen que controla la forma como las células se dividen. En consecuencia, las células se multiplican fuera de control y se vuelven cancerosas.
En aproximadamente la mitad de los casos, esta mutación se desarrolla en un niño cuya familia nunca ha tenido cáncer en el ojo. En otros casos, la mutación está presente en varios miembros de la familia. Si la mutación es hereditaria, existe un 50% de probabilidades de que los hijos de una persona afectada también tengan la mutación. Por lo tanto, estos niños tendrán un alto riesgo de desarrollarla.
El cáncer generalmente afecta a niños menores de 6 años. Se diagnostica con mayor frecuencia en niños entre 1 y 2 años.
Uno o ambos ojos pueden estar afectados. La pupila del ojo puede aparecer blanca o tener manchas blancas. Con frecuencia, se observa un brillo blanco en el ojo en las fotografías tomadas con flash. En lugar del típico «ojo rojo» del flash, la pupila puede parecer blanca o distorsionada. Otros síntomas pueden ser:
Estrabismo convergente
Visión doble
Ojos desalineados
Enrojecimiento y dolor en el ojo
Visión deficiente
Iris que puede ser de diferente color en cada ojo
Si el cáncer se ha diseminado, se puede presentar dolor óseo y otros síntomas.
Es indispensable acudir al oftalmólogo si se presentan signos o síntomas, en especial si los ojos de su hijo se ven o parecen anormales en las fotografías.
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