Anillos intracorneales ¿Para que se usan?

Anillos intracorneales

 

El procedimiento del anillo intracorneal, también conocido como ICR, es una técnica quirúrgica revolucionaria que ha cambiado la vida de miles de personas en todo el mundo. Este procedimiento mínimamente invasivo consiste en la colocación de anillos diminutos de plástico o silicona en la córnea del ojo. Este procedimiento se utiliza principalmente para tratar a pacientes con queratocono, una enfermedad en la que la córnea se adelgaza y abulta hacia fuera, provocando una visión distorsionada. La ICR también ha demostrado su eficacia en el tratamiento de otros tipos de defectos refractivos, como la miopía y el astigmatismo.

 

 

El procedimiento ICR se realiza de forma ambulatoria y dura entre 15 y 30 minutos por ojo. En primer lugar, el cirujano adormece el ojo con anestesia local y realiza una pequeña incisión en la córnea. A continuación se coloca el anillo de plástico o silicona dentro de la córnea, remodelándola y corrigiendo la curvatura. El anillo permanece en su sitio permanentemente, pero puede retirarse o sustituirse si es necesario.

 

La ICR es un procedimiento seguro y eficaz, con una tasa de éxito superior al 90%. Los pacientes que se someten a la ICR experimentan una mejora inmediata de su visión y pueden reanudar sus actividades normales a los pocos días de la intervención. La mayoría de los pacientes refieren molestias mínimas durante y después de la intervención y no precisan analgésicos.

 

Una de las mayores ventajas de la ICR frente a otras cirugías refractivas como LASIK es que no implica la extirpación de ningún tejido de la córnea. Esto significa que la ICR es una opción más segura para los pacientes con córneas finas o irregulares que pueden no ser buenos candidatos para LASIK. Además, la ICR es reversible, lo que significa que puede retirarse o sustituirse en caso necesario sin causar ningún daño permanente al ojo.

 

En conclusión, el procedimiento del anillo intracorneal es una técnica quirúrgica segura, eficaz y mínimamente invasiva que ofrece esperanza a los pacientes que padecen queratocono y otros defectos refractivos. Ha cambiado la vida de muchas personas en todo el mundo, permitiéndoles ver con claridad y vivir plenamente.

 

 

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