Los ojos sólo ven lo que la mente conoce. No vemos con los ojos sino con el cerebro, que es el órgano encargado de procesar la información que le llega y encontrarle un sentido.
A veces el lenguaje se hace secundario y lo que toma mayor importancia es la percepción inconsciente, la intuición. Esta información entra a través de los sentidos, pero no pasa directamente a la corteza cerebral pensante, sino que se dirige a estructuras cerebrales más primitivas, y tal vez ahí es donde está el “inconsciente” del que habla Sigmund Freud.
Los ojos solo son los encargados de recibir los rayos de luz que posterior se convierten en impulsos eléctricos que llegan a nuestro cerebro, es aquí donde en realidad se forma la imagen que percibimos.
A través de la retina es por donde toda la información llega a nuestro cerebro donde se atribuyen ciertos factores como el color la forma entre otros para que sea de vuelto al ojo.
La percepción de nuestra vista permite identificar y discernir los estímulos externos los cuales serán relacionados con los conocimientos adquiridos previamente. La retina solo se encarga de trasmitir los efectos luminosos, efectos que se perciben del exterior, es a esta recepción de información lo que se conoce como Visión.
EL ojo no solo se encarga de enviar esta información al cerebro para que sea procesada, también le permite al cerebro procesa la información con una rapidez increíble. Gracias a la información que se recibe de la retina nuestro cerebro es capaz de transformar los efectos de luz para así recrear la realidad externa dando un sentido a lo que nuestros ojos transmiten.
Por esto se dice que lo que el cerebro no comprende o no conoce no se puede ver.