La retinopatía diabética es una complicación grave de la diabetes mellitus, caracterizada por la aparición de pequeñas dilataciones microscópicas en los diminutos vasos sanguíneos que irrigan la retina o membrana más interna del ojo, hemorragias, exudados, alteración de las venas y crecimiento de nuevos vasos sanguíneos en dicha membrana y en la superficie posterior del humor vítreo que rellena al ojo. La pérdida de visión que se produce en esta complicación es el resultado de varios mecanismos de acción.
Les dejamos algunas medidas para prevenirla:
- Buen control de la diabetes
- Control exhaustivo de la hipertensión arterial
- Dejar de fumar
- Fotocoagulación con láser en pacientes con lesiones en estadios precoces.
- Los pacientes con diabetes de tipo 1 deberían ser examinados por un oftalmólogo entre 3 y 5 años después de ser diagnosticado de su enfermedad.
- Los pacientes con diabetes de tipo 2 deberían ser evaluados por un oftalmólogo tan pronto como sea posible tras ser diagnosticados.
- Todos los pacientes diabéticos deberían ser examinados anualmente por un oftalmólogo con conocimientos y experiencia en el diagnóstico de retinopatía diabética. Si se detectan casos de retinopatía progresiva, los controles deben hacerse con mayor frecuencia.
- Dado que el embarazo es un factor que puede acelerar la progresión de la retinopatía diabética, las mujeres diabéticas que queden embarazadas deberían ser examinadas por un oftalmólogo en el primer trimestre de su gestación y periódicamente durante el mismo.
- Se debería iniciar un tratamiento con fotocoagulación con láser en aquellos pacientes diabéticos de tipo 2 que presentan lesiones de retinopatía diabética en estadios iniciales, para prevenir la progresión de la complicación y la ceguera.