Algunas etapas propias del desarrollo de la mujer generan afecciones particulares y exigen cuidados específicos. Aunque la mayoría de las mujeres están sensibilizadas con la prevención en temas de salud, muchas desconocen los cambios físicos que pueden afrontar sus ojos durante diversas etapas de la vida y los cuidados que deberían tener.
En la juventud
Aunque es un consejo que perdurará para toda la vida, debería aprenderse a partir de esta etapa:
• Tras abrir el maquillaje, debes utilizarlo únicamente por 6 meses. Después de ese tiempo se convertirá en un cultivo de microorganismos. Por la misma razón de higiene, siempre deben estar muy bien cerrados.
• Recuerda que el maquillaje es un elemento de uso personal, pues las infecciones pueden transmitirse a través de pinceles y lápices de ojos.
• Evita maquillarte cuando tengas los ojos irritados, ya que si lo haces puedes generar mayores molestias.
• Maquillarte cuando el carro está en movimiento, puede generar un trauma ocular.
En el embarazo
Durante esta etapa se sufren varios cambios físicos y emocionales y la visión no es la excepción. En el embarazo se presenta retención de líquidos que puede derivar en alteraciones temporales o permanentes de los llamados defectos refractivos: miopía, astigmatismo o hipermetropía. De igual manera suele presentarse resequedad ocular, o visión borrosa que puede ser la alerta de otras enfermedades.
• La retención de agua durante el embarazo puede conducir a la hinchazón alrededor de los ojos, lo que a veces puede limitar la visión periférica o lateral. Para reducir la hinchazón, se recomienda aplicar compresas frías o una máscara de gel frío sobre los ojos.
• Consumir suplementos con ácidos grasos omega-3, ayudan a reponer lípidos y son un componente esencial de las lágrimas que lubrican el ojo.
En los cuarenta
Después de los 40 años, aumenta la probabilidad de enfermedades oculares como: glaucoma, degeneración macular relacionada con la edad, retinopatía diabética y cataratas.
• Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la población femenina es más vulnerable a estas enfermedades. «Algunos problemas visuales en las mujeres pueden prevenirse con una consulta oportuna al oftalmólogo, utilizando la prescripción óptica indicada y protegiendo adecuadamente los ojos de los rayos UV.
• No fumar. El humo del cigarrillo es una gran fuente se sustancias tóxicas conocidas como radicales libres. Hay indicios de que las cataratas y la degeneración macular son causadas o agravadas por los radicales libres.
• Ingerir cantidades adecuadas de vitamina A y carotenoides. Los carotenoides son pigmentos vegetales presentes en frutas y vegetales como el mango, la zanahoria, el melón, el tomate, el zapallo, la espinaca y el brócoli.
• Usar una iluminación adecuada en la casa, ni demasiada ni muy poca. Al leer, procurar que la iluminación venga desde atrás.
Mayores de 50 años
Debido a los cambios hormonales que se presentan con la llegada de la menopausia, aparecen algunas afecciones visuales de las cuales es importante estar pendientes:
• Una de las más comunes es el síndrome del ojo seco, una dolencia que se caracteriza por la aparición de una sensación seca, áspera y persistente en los ojos y que se produce porque la persona carece de la cantidad suficiente de lágrimas. Es de dos a tres veces más habitual en mujeres que en hombres.
• Otros síntomas tienen que ver con alteraciones en la curvatura de la córnea que están relacionados con la edad y la presbicia, y llegan a empeorar la agudeza y la calidad visual.
• Con las cataratas, el tratamiento es quirúrgico, a través de un procedimiento llamado facoemulsificación, el cual es rápido, seguro e indoloro.
• En cuanto a la presbicia, la pérdida de visión cercana a la que todos nos enfrentamos entre los 40 y 50 años, uno de las formas de corregirla es el uso de lentes progresivos que permiten ver nítidamente en todas las distancias, aunque no todas son candidatas a usarlos, siempre es importante que sea el oftalmólogo quien los prescriba.