De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, el Glaucoma es la primera causa irreversible de ceguera en el mundo con una prevalencia que aumenta aceleradamente con la edad, por lo que se estima que para el 2040 habrá más de 100 millones de personas afectadas por la pérdida progresiva de la visión en el mundo. El Glaucoma es un grupo de procesos patológicos que causan una neuropatía óptica adquirida, que tiene en común la pérdida de la función de las fibras del segundo par craneal, cuya evolución como consecuencia es la ceguera.
Síntomas frecuentes a los más severos del Glaucoma.
El Glaucoma generalmente no presenta síntomas cuando se encuentra en su fase inicial. Con frecuencia, los pacientes experimentan los siguientes síntomas:
- Trastornos con la lectura.
- Deslumbramiento o problemas para ver en la oscuridad.
- Manchas borrosas en la visión.
- Puntos ciegos.
- Impedimentos para conducir
- Dificultad para localizar objetos.
- Complicación para reconocer rostros.
- Pérdida parcial o total repentina de la visión.
Métodos para diagnosticar el Glaucoma.
La forma más certera de diagnosticar el glaucoma es mediante una valoración ocular completa que incluye diversos exámenes funcionales y estructurales, como la tonometría y la campimetría.
Tonometría
La tonometría es una técnica que mide la presión dentro del ojo utilizando un dispositivo llamado tonómetro. Esta presión es causada por los líquidos del interior del ojo, como son el humor vítreo y el acuoso que ejercen una fuerza en la parte interna del ojo. Esta prueba es fundamental para el diagnóstico del glaucoma, hoy en día existen diversas opciones de medición, pero los métodos empleados frecuentemente son:
Tonometría de Aplanación: Este método desarrollado por Goldmann, se basa en el principio de que la presión ocular puede ser estimada midiendo la fuerza necesaria para aplanar una pequeña área de la córnea. La tonometría es muy sencilla y se realiza con el paciente sentado frente a una lámpara de hendidura para observar el interior de su ojo.
Tonometría de Aire: Este método utiliza un impulso de aire dirigido al centro de la córnea hasta aplanarse y así determinar la presión intraocular a través de la medición de dicha fuerza. Aunque es menos precisa que la tonometría de aplanación, ofrece la ventaja de ser más rápida y menos invasiva, lo que la hace adecuada para exámenes rutinarios.
La validez de cualquier nuevo tonómetro depende de su exactitud, precisión y sensibilidad.
Campimetría
La campimetría es la prueba más usada para valorar la función visual y detectar la pérdida de visión periférica, característica distintiva del glaucoma en su etapa avanzada. Existen diferentes tipos de campimetría, pero las técnicas que con frecuencia se emplean para realizar el diagnóstico son:
Campimetría estática o computarizada: Esta técnica de campimetría visual se desarrolló a partir de la campimetría dinámica de Goldmann, es la más actual y es excelente para examinar la evolución del paciente. El método es muy detallado y puede detectar defectos tempranos en el campo visual, lo que es fundamental para el diagnóstico precoz del glaucoma.
Perimetría Cinética: A diferencia de la estática, la perimetría cinética es una prueba que evalúa el alcance del paciente para detectar estímulos en movimiento a medida que se desplazan por el campo visual. Aunque puede ser menos detallada que la estática, esta técnica es útil para evaluar los defectos de la función visual del paciente en etapas más avanzadas de la enfermedad.
Para resumir, la evaluación exacta del glaucoma requiere de una combinación de diversas pruebas oftalmológicas para ofrecer una visión completa del estado en el que se encuentra el ojo del paciente. La Tonometría y la Campimetría, son herramientas esenciales en este proceso, la primera identifica elevaciones de la presión del ojo que podrían indicar el glaucoma y la segunda detecta las pérdidas de la línea de visión, característica de la enfermedad en su fase avanzada.
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