El término «maculopatía» hace referencia a un conjunto de trastornos o enfermedades visuales, generalmente progresivas, que afectan la mácula de la retina. Entre las formas más conocidas y preocupantes de esta afección se encuentra la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), una condición que, al igual que otras maculopatías, provoca síntomas que deterioran la visión hasta el punto de interferir con las actividades cotidianas del paciente. Esto puede llevar a una ceguera parcial, e incluso total, en los casos más graves o no diagnosticados a tiempo.
Aunque no existe un tratamiento capaz de revertir completamente el daño, y en muchas situaciones solo se puede recurrir a medidas preventivas, la detección temprana es crucial para preservar la autonomía del paciente.
¿Qué sabemos sobre la maculopatía y cuál es su causa?
La retina contiene una pequeña área denominada mácula, que, como su nombre en latín indica (mancha), se distingue por su pigmentación. Esta zona es responsable de la visión central, permitiéndonos realizar actividades cotidianas como leer, reconocer rostros y distinguir detalles finos. Cuando la mácula, que mide aproximadamente entre 5 y 6 mm de ancho, se ve afectada, la visión central se deteriora, generando una mancha oscura o visión borrosa.
La maculopatía es una enfermedad que suele ser adquirida, y se presenta comúnmente de forma bilateral, aunque generalmente empieza afectando solo a un ojo. Existen varios factores de riesgos asociados a esta enfermedad, y como algunos de ellos son incontrolables, la afección tiende a afectar ambos ojos conforme evoluciona.
Los principales factores de riesgo incluyen:
- Edad avanzada: Aunque no es posible evitar el envejecimiento, sí es posible reducir el impacto sobre la mácula mediante una dieta rica en antioxidantes y hábitos de vida saludables.
- Enfermedades como hipertensión y diabetes: Especialmente en aquellos casos donde no se mantienen bajo control.
- Miopía magna: Las personas con alta miopía deben someterse a revisiones rutinarias de la retina debido al mayor riesgo de sufrir maculopatía miópica.
Síntomas de la Maculopatía.
Los síntomas de la maculopatía miópica pueden confundirse al principio con los propios de la miopía magna, de la cual el paciente suele ser consciente desde mucho antes. Estos incluyen visión borrosa, especialmente a larga distancia y con poca luz, lo que afecta principalmente la zona central del campo visual.
En algunas variantes de maculopatía, la visión borrosa y las zonas oscuras en el campo visual pueden mostrar mejoras provisionales. En el caso de la maculopatía por estrés, los síntomas son más variados, e incluyen episodios de pérdida súbita y temporal de la visión, debido a un proceso inflamatorio que, por lo general, se resuelve por sí solo. Ante cualquier episodio de este tipo, es imprescindible consultar inmediatamente a un oftalmólogo especializado.
Tipos de maculopatía.
Aparte de la clasificación entre maculopatía unilateral y bilateral, se reconocen otros tipos de maculopatías, además de la degeneración macular relacionada con la edad.
- Maculopatía diabética: Causada por complicaciones derivadas de la diabetes.
- Maculopatía miópica: Relacionada con la miopía magna.
- Maculopatía por estrés: Conocida también como coroidopatía serosa central producida por los efectos del estrés.
- Distrofias retinianas: Enfermedades hereditarias que afectan la retina.
¿Existe un tratamiento para la Maculopatía?
Es fundamental que los pacientes reconozcan los signos de alerta que puedan indicar la aparición de una maculopatía, esto para detectar la enfermedad a tiempo. El tratamiento varía según la fase y el tipo de afección. Entre las opciones disponibles se encuentran:
- Inyecciones intraoculares: Se administran de manera periódica medicamentos antiangiogénicos directamente en el ojo.
- Terapia fotodinámica (TFD): Este medicamento consiste en la administración de una inyección fotosensible a la sangre, seguido por la aplicación de luz en la zona donde la retina está afectada para así activar el fármaco y tratar la afección. Esta terapia se recomienda a pacientes con problemas de Degeneración Macular Asociada con la Edad específicamente del tipo húmedo.
- Cirugía: En el caso de un agujero macular, se realiza una intervención quirúrgica mínimamente invasiva llamada vitrectomía, que consiste en la extracción del gel vítreo, el despegue de la retina y la inyección de gas.
En casos como la degeneración macular asociada a la edad seca, el tratamiento disponible actualmente se limita a la prevención centrándose en reducir los factores de riesgo controlables, tales como: el tabaquismo y la mala alimentación.
Para concluir, existen diversas maculopatías que afectan de forma directa a la parte de la retina que es la responsable de la visión central. Cada una de estas, comprende características y factores de riesgo diferentes, pero todas ellas comparten la posibilidad de afectar gravemente su visión.
Es por esto que es esencial una evaluación temprana, para frenar la progresión de las maculopatías y aplicar el tratamiento adecuado. Lo que señala la importancia de los exámenes regulares de la visión para identificar cualquier alteración en su salud ocular. En Aris Vision, nuestros oftalmólogos especializados se encargan de llevar a cabo estos exámenes exhaustivos de la retina y la mácula, lo que ayuda a la detección de posibles trastornos que pueden comprometer la visión a largo plazo.