En ocasiones como esta temporada, las lágrimas y los párpados no son defensas suficientes para cuidar completamente de los ojos, y hay que tomar medidas y protecciones extra.
Para prevenir o atenuar los síntomas de los ojos secos, una de las recomendaciones habituales es la de utilizar lágrimas artificiales. Éstas se pueden aplicar varias veces al día y ayudan a lubricar los ojos en esos momentos en los que sufren más sequedad.
En el caso de tener que permanecer durante tiempos prolongados en lugares con un ambiente seco o con la calefacción alta, también es posible contar con la ayuda de un humificador, que permitirá aumentar la cantidad de humedad y purificar el aire.
Y, por supuesto, una alimentación sana también puede ayudar a proteger los ojos ante la sequedad. El consumo de frutas, verduras y alimentos ricos en omega 3 es lo más adecuado en este sentido.
Aunque se note picor en los ojos, hay que evitar rascarse o frotarse, ya que es posible que cualquier partícula que pueda entrar en el ojo produzca alguna herida, al encontrarse éste más seco de lo habitual.
Las gafas son una herramienta excepcional para añadir una protección extra a los ojos en invierno. Con las gafas, se puede evitar la exposición directa de los ojos ante el frío y el viento, y también se impide la entrada de pequeñas partículas de arena o polvo.
Y, para los amantes de la montaña y del deporte, resultarán imprescindibles unas gafas de sol con lentes de categoría 3 o 4, que son las que garantizan una protección adecuada en estos entornos.
Con información de… https://bit.ly/37cVSnc