Es imposible ver en total oscuridad. Por fortuna casi siempre existe un rayo de luz que alumbra, incluso si solo es la luz tenue de la luna o las estrellas, esta luz tenue es suficiente para que nuestros ojos alcancen a visualizar en zonas algo oscuras. Lo que en verdad es extraordinario es la poca luz que requerimos para ver.
Los ojos de los humanos cuentan con dos características distintivas que ayudan a ver aún con un mínimo de luz, y son la capacidad de la pupila para amoldar su tamaño y los dos tipos de células que son sensibles a luz que recibe el ojo.
¿Cómo podemos ver en la oscuridad?
Cuando estamos en la oscuridad, el iris del ojo se abre más, de esta manera permite que la pupila se agrande, con esta dilatación en la pupila la entrada de luz es mayor por lo tanto más luz llega a la retina.
La retina es el tejido sensible a la luz, se encuentra en la parte posterior del ojo, la recubren dos tipos distintos de células fotorreceptoras, los bastoncillos y conos. Los conos sirven para percibir los colores cuando hay mayor cantidad de luz y los bastoncillos son muchos más sensibles en entornos con luz mas tenues o baja iluminación, pero estos solo permiten la visión en blanco y negro.
Cuando nos encontramos en condiciones donde hay oscuridad los bastoncillos de la retina se activan, pero una menor cantidad de conos se accionan. Por eso en la oscuridad la mayoría de nuestra visión es en blanco y negro. Los conos se activan y contribuyen un poco cuando la cantidad de luz es un poco mayor.
En caso de que los bastoncillos sufran algún daño ya se por enfermedad o por algún tipo de lesión, puede ser que sea pierda la capacidad para ver en la oscuridad.
Nuestra visión nocturna o visión en la oscuridad se da gracias a la pupila que es la que se expande lo más que sea posible para captar la mayor cantidad de luz.
Desde su tamaño más pequeño hasta su tamaño mas extenso, la pupila puede expenderse hasta 16 veces su tamaño. Se pueden observar los cambios en el nivel de luz más de un millón de veces. Es donde entran en juego los dos tipos de células fotorreceptoras los conos y los bastones.
A medida que se pasa de un área con mucha iluminación a un área más oscura nuestros ojos se adaptan automáticamente haciendo el cambio entre el uso de los conos a los bastones.
Al momento de no percibir luz las pupilas se expanden inmediatamente mejorando la sensibilidad par absorber la mayor cantidad de luz posible. Después de unos 5 minutos, la sensibilidad es mayor, después de los 10 minutos en un lugar oscuro se adaptan mejor y es posible distinguir aún más dentro del entorno oscuro, a esta se le conoce como la Adaptación a la oscuridad.